La familia Capetillo de sus inicios a la actualidad

Eduardo Capetillo y Bibi Gaytán tienen orígenes muy diferentes. Eduardo forma parte de la familia Capetillo, reconocida en México por ser tradicionalmente toreros. Se puede decir que Eduardo proviene de una familia famosa. Bibi, por su parte, viene de una familia más sencilla. Ella nació en el estado de Chiapas, y sus padres eran un arquitecto y una maestra de ballet. Por supuesto, desde pequeños ambos tuvieron intereses muy similares por la actuación y la música.

En 1988, estando de visita en Ciudad de México, Bibi decidió audicionar para formar parte de Timbiriche. La famosa banda pop en su momento estaba conformada únicamente por jóvenes. Gaytán conquistó al jurado en la audición y desde ese momento formó parte de la agrupación. Fue en Timbiriche que Gaytán conoció a Eduardo Capetillo. Este actor y cantante formó parte de la banda desde 1985 hasta 1989. Gracias a esto, Bibi pudo compartir con Eduardo algunos meses de amistad antes de que éste dejara la agrupación.

Estando en Timbiriche, entre Gaytán y Capetillo no hubo nada más que una bonita amistad. Esto no solo se debió al hecho de que Eduardo compartió con Bibi solo algunos meses en la agrupación. La verdad es que para ese momento ambos tenían otros intereses sentimentales. A Eduardo se le había relacionado antes con varias de sus compañeras de banda. También se supo de Bibí comenzó a salir con Diego Schoening y que posteriormente surgieron rumores de una posible relación con Bertin Osborne.

En 1991 Bibí deja de lado la música y a la banda Timbiriche para incursionar en el mundo de la actuación. Ya para 1992 consiguió su primer protagónico en una novela infantil llamada Baila conmigo. Es en esta novela donde se reencuentra con Eduardo Capetillo, ya que ambos eran los protagonistas de la historia. Después de 3 años sin trabajar juntos se volvieron a cruzar, y esta vez ambos estaban solteros.

Gracias a la química de ambos poco a poco el romance fue pasando de la pantalla a la vida real. Para este momento Eduardo tenía 22 años y Bibi solo 20. En muy poco tiempo se convirtieron en una pareja aclamada por los medios. Las carreras de ambos estaban en ascenso, y todo el mundo hablaba de ellos. No solo se trataba de jóvenes protagonistas de novela, sino que también venían del fenómeno musical Timbiriche. Su relación era de interés para prácticamente todo el mundo.

Por desgracia no todo fue tan fácil como el mundo piensa. La corta edad de ambos, los compromisos laborales y los sacrificios de la fama, en varias ocasiones amenazaron con terminar la relación de forma definitiva. Sin embargo, la pareja se las arregló para mantenerse unida incluso después de terminar las grabaciones de la telenovela. Cada vez se veían más estables y lograron sobreponerse a todos los obstáculos que tuvieron en el camino.

Después de poco más de un año de relación, la pareja se comprometió en matrimonio. Inmediatamente los medios comenzaron a especular sobre la posibilidad de un embarazo. No era común que una pareja tan joven se comprometiera a poco más de un año de haber comenzado su relación. El compromiso duró solo meses, ya que Bibi y Eduardo fijaron la boda para junio de 1994. Cuando se casaron acababan de cumplir los 2 años de relación.

Tardó años en admitirlo, pero Eduardo Capetillo reveló que antes de su boda sus allegados le recomendaron no hacerlo. “No te cases, estás cometiendo un error, te vas a divorciar…”, fueron, entre otros, los consejos que Capetillo tuvo que escuchar. Sin embargo, tal y como declararía 25 años más tarde, fue su corazón quien finalmente le dio la respuesta a la duda que otros intentaban sembrar en su cabeza. Según él mismo ha dicho: “¿Qué acabé haciendo? Lo que me dictó mi corazón, ¿me equivoqué o no? Esa respuesta se las dejo a ustedes”

El 25 de junio de 1994 Eduardo y Bibi contrajeron matrimonio en el estado de Morelos. Concretamente se casaron en la hacienda Chiconcuac, una construcción que data del siglo XVI y que tiene un gran significado cultural para el estado. El evento fue transmitido por las más grandes cadenas de televisión mexicana y fue considerado la boda del año por la gran magnitud del suceso. Por supuesto, estuvieron invitadas grandes personalidades del espectáculo nacional e internacional.

Tan solo semanas después de la boda se pudo confirmar lo que ya todo el mundo sospechaba. Bibi se casó estando embarazada. De hecho, el vestido de novia de corte ancho le había servido para disimular la barriga que se le comenzaba a notar. En Agosto de 1994, a solo algunos meses de su boda, nació el primogénito de la pareja. Al niño lo llamaron Eduardo Capetillo Gaytán, en honor a su padre. Muchos medios afirmaron que el embarazo fue la razón principal de la boda.

Después de la boda, Eduardo y Bibi siguieron trabajando juntos en varios proyectos. Uno de estos fue la famosa telenovela Camila, que ambos tuvieron la oportunidad de protagonizar en 1998. Ya que eran la pareja del momento, se les abrieron un sinfín de oportunidades en la televisión mexicana e internacional. Sin embargo, poco a poco la familia fue creciendo y todo se fue volviendo un poco más complicado por los compromisos laborales de ambos.

En 1997 nació Ana Paula Capetillo, la segunda hija del matrimonio. Por supuesto, esto trajo consigo una nueva responsabilidad y la obligación de rechazar varios proyectos profesionales para cuidar no solo a la nueva bebé, sino también a Eduardo Junior, que apenas tenía 3 años. Con 25 y 27 años respectivamente, la pareja no solo tenía encima su vida laboral y su vida de pareja, sino que también tenían 2 hermosos hijos de los que debían encargarse. Sin embargo, no se detendrían con Ana Paula, la pareja quería agrandar aún más la familia.

En 1999 nació la que la pareja pensaba que sería su tercera y última hija. La llamaron Alejandra Capetillo Gaytán, y de los 3 hijos de la familia Capetillo, es posiblemente la más parecida a su madre. Para 1999, gracias al nacimiento de Alejandra y a que Eduardo Junior y Ana Paula tenían 5 y 2 años respectivamente, Bibi se vio obligada a tomarse un largo descanso del trabajo. Desde 1999 hasta el 2008 la actriz estuvo principalmente dedicada a su familia y no tuvo mayores apariciones públicas.

Luego de un descanso de 9 años, Bibi regresó nuevamente a las pantallas para actuar con su esposo en la telenovela En nombre del amor, de la cadena Televisa. En este caso ninguno de los 2 tuvo un papel protagónico, sin embargo, la telenovela fue un gran éxito. En nombre del amor fue la última telenovela en la que Bibi participó. Aunque Eduardo siguió actuando por un par de años más, ella decidió dedicarse indefinidamente al cuidado de su familia, por lo que se alejó de los medios por un buen tiempo.

En el año 2012 la pareja Capetillo Gaytán fue invitada a formar parte de la nueva temporada de La Academia. Un reality en donde se forman nuevos talentos. A Eduardo se le asignó el puesto de director, y a Bibi se le asignó el puesto de presentadora. Sin embargo, gracias a rumores de infidelidad por parte de Eduardo y a una mala actitud por parte de la pareja, ambos fueron destituidos a mitad de la competencia. La Academia fue el último gran proyecto en el que participó Eduardo.

Trabajando como director de La Academia, en el 2012, se corrió el rumor de que Eduardo tenía favoritismos con una alumna llamada Yanilen. Al parecer esto despertó la furia en Bibi, quien en pleno programa decidió, con el apoyo de su esposo, enfrentar a la alumna y acusarla de forma directa de coquetearle a Capetillo. A la directiva del programa no le hizo gracia esta actitud, por lo que ambos de forma inmediata quedaron destituidos de sus puestos. Hasta el día de hoy se desconoce si realmente hubo una infidelidad por parte del actor.

Después de lo ocurrido en La Academia, Eduardo y Bibi se alejaron casi por completo de los medios de comunicación. Ninguno de los dos ha tenido algún proyecto resaltante. Más bien han optado por mantener una vida tranquila y en familia. Por supuesto, esta separación de los medios ha provocado distintos rumores. Hay quienes piensan que la pareja no dejó de trabajar por decisión propia, sino que fueron vetados por la actitud que tuvieron en La Academia.

Hay quienes afirman que la decisión de Bibi de quedarse en casa y ocuparse de sus niños, no es propia, sino que más bien fue impuesta por su esposo. Recordemos que desde que protagonizó Camila en 1999 hasta el 2008 estuvo completamente alejada de los medios. Luego del 2008 con su participación en En nombre del amor se alejó de los medios nuevamente casi por 4 años, hasta su participación en La Academia. Lo curioso es que en todos los proyectos en los que ha trabajado durante los últimos 20 años, su esposo ha estado involucrado.

A través de las redes sociales, Bibi dio a conocer en el 2014 que nuevamente se encontraba en la dulce espera. Esta noticia impactó al público. En primer lugar porque para el momento la actriz ya tenía 42 años. Es decir, su embarazo podía ser de alto riesgo. En segundo lugar, Bibi confirmó que esta vez estaba en la espera de gemelos. Durante este embarazo Gaytán no hizo mayores apariciones ante los medios. Por el contrario, ella y Eduardo se concentraron en disfrutar del proceso desde la comodidad de su hogar.

Más adelante en el 2014 nacieron sus gemelos. A estos los llamaron Daniel y Manuel, en honor a su abuelo paterno (Manuel Capetillo) y a su abuelo materno (Daniel Gaytán). Desde el nacimiento de estos pequeños la familia se ve más unida que nunca. Aunque los rumores siempre los envuelven ellos aparentar estar muy felices, viviendo una vida bastante tranquila en compañía de sus 5 hijos.

Desde que se alejó de los medios, la familia Capetillo Gaytán ha tenido varias ocupaciones. Es cierto que no tienen un trabajo fijo en el mundo del espectáculo, sin embargo, tanto Eduardo como Bibi supieron invertir muy bien su dinero y ahora viven de sus negocios. Generalmente la familia se la pasa en su rancho, disfrutando de la vida al aire libre y de tiempo de calidad. Sin embargo, se sabe que Eduardo y Bibi tienen otras propiedades, una fundación de carácter social y otros negocios externos.

Una de las cosas que Eduardo y Bibi han dejado en claro, es que para ellos su familia es la prioridad número uno. La pareja se ha esmerado en darles a sus hijos la mejor educación y la mejor vida posible. Siempre brindándoles mucho amor y colocándolos por encima de todo. Eduardo y Bibi también han demostrado tener un amor que es a prueba de chismes. A pesar de escándalos, rumores y ataques de algunos medios de comunicación, siempre se han mantenido estables y tratan de mantener sus problemas de pareja alejados de la opinión pública.

Una de las actividades favoritas de la familia Capetillo Gaytán es el cuidado de su rancho. Esto lo podemos ver a través de las redes sociales de Eduardo, de Bibi y hasta de sus hijos mayores. Parece que el mejor pasatiempo de la familia en montar a caballo y pasear por las hermosas áreas verdes de la propiedad. Lo cierto es que es muy normal que lo hagan. El sitio parece sacado de un cuento de hadas, y es hermoso que como familia disfruten de tiempo de calidad rodeados de tanta naturaleza.

Además de atender sus negocios y su rancho, la familia Capetillo Gaytán también se hace cargo de la Fundación Manuel Capetillo. Esta es una fundación sin fines de lucro que se encarga de ayudar a los más necesitados en la localidad del rancho de la familia. Gracias a su labor social Eduardo tuvo la intención de incursionar en el mundo de la política. Sin embargo, después de fracasar al lanzarse como alcalde de Ocoyoacac, renunció a sus aspiraciones.

Durante el 2019 se hizo pública la intención de los Capetillo de lanzar un reality show narrando el día a día de su familia. Sin embargo, esta idea no se ha concretado e incluso se ha dicho que Eduardo la canceló, por no querer que sus hijas fueran grabadas de una forma sensual. Mientras tanto, Bibi fue invitada como jurado del programa de televisión Pequeños Gigantes, en el 2020. Por supuesto, ella aceptó la invitación. Sin embargo no se ha dicho algo de un regreso formal a las pantallas nacionales o internacionales.

Al ser una de las familias más populares del espectáculo mexicano es muy normal que a veces se inventen titulares y noticias para generar revuelo entre los espectadores. Lo cierto es que esto le pasa mucho a la familia Capetillo Gaytán. Al menos una vez al año sale alguna noticia que hace ver que la pareja se encuentra bastante mal y que están próximos a separarse de forma definitiva. Durante el 2019 esto ocurrió de una forma muy incisiva.

En el 2019 se hizo pública una nota de prensa que afirmaba que Eduardo Capetillo y Bibi Gaytán estaban al borde del divorcio. El artículo se había basado en dos hechos que fueron muy notorios y que pudieron ser malinterpretados. El primero fue un post en Instagram de realizó Eduardo, diciendo que la vida lo estaba alejando poco a poco de las cosas que no eran para él. Por otro lado, estaba el hecho de que Bibi había dejado de seguir a su esposo en las redes sociales.

La noticia sobre el posible divorcio llegó tan lejos que la misma Bibi tuvo que salir a dar sus declaraciones sobre el tema. En una entrevista la actriz dijo que ella y Eduardo se encontraban muy bien, y que no había ninguna posibilidad de divorcio. Bibi también confirmó que el post en Instagram de su esposo se debía a los resultados de su incursión en la política, y no a problemas de pareja. De una forma clara la actriz dijo que en su familia todo marchaba bastante bien.

Según Bibi, ella deja de seguir a su esposo en redes sociales de forma eventual. Para ella se trata de una desintoxicación del mundo digital, y no tiene nada que ver con su relación con Eduardo. Según ella, lo había dejado de seguir mucho antes de que él publicara el post en cuestión. También aclaro que era muy posible que en algún momento cercano lo volviera a seguir. Para ella el mundo digital y el mundo real son 2 cosas muy diferentes que no están necesariamente relacionadas.

A decir verdad, mientras estallaban todos estos rumores, la familia Capetillo se fue a Estados Unidos a celebrar sus 25 años de casados en Disney. Al mismo tiempo, a través de las redes sociales todo lo que se perciben son demostraciones de afecto de cada uno de los miembros del clan. Parece que mientras el mundo se debate por si ellos se siguen o se dejan de seguir, ellos la pasan muy bien en compañía de sus hijos y de sus seres queridos.

En más de una ocasión Bibi Gaytán ha confirmado que su familia no es perfecta. Se trata de una familia normal que tiene problemas como cualquier otra. Sin embargo, siempre tratan de solventar todo desde el amor. Según ella ese es el secreto para mantener un matrimonio feliz y una familia sana y contenta. Para la actriz tener 5 hijos ha sido una bendición y el más grande reto. Por lo que siempre trata de ser justa, amorosa y de darle toda su atención a su familia.